La figura del preparador físico o entrenador personal en la sociedad.

Uno de los problemas de la sociedad actual es la escasez de actividad física y práctica deportiva en nuestra vida personal. Esto desencadena a pasos agigantados  conductas sedentarias y poco saludables. Estamos constantemente tentados a cometer actos que posteriormente nos reprochamos. Algunos de ellos como el tabaquismo, alcoholismo, sedentarismo, malos hábitos nutricionales,etc… tienen que ver con nuestra salud e  inevitablemente nos vemos  arrastrados a tener una capacidad funcional como seres vivos cada vez más pobre. Por suerte, hoy en día, surge una corriente de pensamiento enfocada a buscar un cambio en esta situación. Los equipos humanos dedicados a la salud toman vital importancia ya se conjuran para hacer ver a la sociedad que llevar a cabo un programa sistemático de actividad física tiene a corto, medio y largo plazo beneficios para nuestra salud.

A pesar de lo que muchos puedan pensar la figura del preparador físico o entrenador personal toma un papel muy importante para erradicar esta situación. Actualmente este profesional va tomando mayor importancia, es un experto en implantar una nueva conducta saludable en el individuo. Éste debe poseer ojo clínico a la hora de individualizar el trabajo físico que mayor convenga a cada sujeto, tener en cuenta las necesidades y objetivos que persiga cada persona e intentar por todos los medios lograr con éxito el proceso de entrenamiento-aprendizaje (desarrollo de las capacidades de un ser humano para poder optimizar así su devenir diario o su rendimiento deportivo con mayor eficacia)

Anteriormente esta figura era algo elitista que sólo se relacionaba con personas de un poder adquisitivo alto, pero hoy en día esta situación ha cambiado hasta tal punto que se han diseñado varias fórmulas para que estos profesionales puedan llegar a casi toda la población. Los servicios de éste van dirigidos a todo tipo de personas, desde a un deportista de elite, amas de casa, jóvenes adolescentes, jubilados,etc hasta personas con diversas patologías o lesiones recomendadas previamente por un médico. La creciente demanda de este especialista ha hecho que la profesión se dignifique cada vez más, lo que conlleva una mayor profesionalidad.

El preparador físico o entrenador personal debe reunir una series de habilidades como la motivación, seguridad, comunicación, confianza, carisma, energía y creatividad. Sus conocimientos deben ser interpretados de manera coherente a la hora de llevarlos a la práctica. Debe ser capaz de adaptarse a cualquier tipo de perfil y situación. No puede olvidar el principio de variabilidad a la hora de diseñar un programa de entrenamiento. Pero ante todo esto, lo más importante; que posea estudios de formación universitaria, certificaciones de reconocimiento contrastado y amplio nivel de conocimientos.

Las ventajas de disfrutar del servicio de un preparador físico o entrenador personal se resume en: un programa personalizado eficaz, seguro, flexible que te ayudara a superarte y entrenar por ti mismo. Tenemos que pensar que al igual que contratamos el servicio de un profesional de la salud cuando nos encontramos en mal estado física y mentalmente, contratar un preparador físico o entrenador personal es más que un privilegio y si convierte en algo fundamental si se quiere ganar salud y calidad de vida.

En definitiva nos debemos de preguntar a nosotros mismos ¿realmente no vale la pena ponerte en manos de un profesional que tenga por objetivo prioritario consolidar en tu vida un estilo activo y saludable en el que te sientas auto-suficiente para superar cualquier situación de tu devenir diario? Todo se resume en valorar prioridades y en tener el arte de controlar el tiempo.! No te confundas! muchas veces la falta de tiempo es una excusa que justifica vagancia y mala organización.

Un artículo de Jacobo Pérez.